Hace un año y pocos meses, en Julio de 2009 el histórico hotel Lido cerraba sus puertas por siempre, dejando atrás inmemorables recuerdos, aquellos viejos tiempos cuando venían viajeros de muchos lugares de España en busca de lugares metidos en la naturaleza y que al mismo tiempo estuviera cerca de Valencia capital y de la playa, atrás queda esa multitud de banquetes, comuniones, bodas, celebraciones, risas, música que tanto se ha celebrado allí, y atrás quedan 40 años de servicio al turismo. El Hotel Lido, un emblema de la ciudad de Torrent que hoy en día es víctima de saqueos, vandalismo, robos etc…
Remontémonos atrás en el tiempo… El Hotel Lido fue un proyecto que se empezó a llevar a cabo en 1967, cuando el turismo empezó a tener su gran auge en España, un grupo de empresarios se reunieron para hacer realidad este proyecto. Para la época, el Lido se convirtió en un referente emblemático, un hotel de buena categoría, pero no era el primero que se había hecho en Torrent, anteriormente ya hubo otro, conocido como “Hotel El Vedat”, pero eso lo comentaremos en otra entrada.
Se situó en plena naturaleza, en El Vedat, aunque en la época estaba muy aislado y las carreteras no eran muy buenas, aun así el hotel fue muy reconocido, un hotel de 3 estrellas, para la época muy bien, y en cualquier lugar de los alrededores de la ciudad de Valencia se conocía.
Foto de postal, proveniente de mi colección. El Lido al poco tiempo de abrir sus puertas.
A lo largo de los años, pasaron por aquí multitud de personas que se alojaban en este hotel, desde deportistas, actores o cantantes conocidos, hasta familias, parejas o grupos de amigos. El Lido con el tiempo pasó a tener un carácter más de negocios, es decir, para el turismo de negocios.
Gracias al testimonio de Fernando Furió, que trabajó en la Caja de Ahorros de «Torrente» por aquél entonces, compartió sus memorias en el grupo de Facebook de «Torrent Antiguo y su Historia Gráfica» nos arrojaba una información muy interesante sobre la creación del Hotel Lido:
«La Empresa se denominó, efectivamente LIDOYARIN, y eran accionistas de la misma diversas personas con aportaciones de capital, también, de distinta cuantía. Los principales fueron estos: Manuel Folgado, empresario del chocolate y de apodo «pancha»; Agustín Baixauli, médico; Argaya (no recuerdo su nombre propio), constructor, hermano del que fuera obispo auxiliar de Valencia Jacinto Argaya Goicoechea; Constantino Marín, Director General de la Caja de Ahorros y M.P. de Torrente. Además de estos, fueron también socios, en menor cuantía: Juan Piles, maestro nacional, Marcilla, empresario; etc. Los otros nombres (que no cito) a los que hace referencia Miguel Vilanova, son posteriores a los que yo expongo.
El primer nombre que fue utilizado para denominar el Hotel y así se le conoció durante algunos meses fue LIDOYARIN, y su nombre responde a la unión de las últimas sílabas de los apellidos primero que cité (baixau LI – folga DO – arga YA – ma RIN. No recuerdo si llego a instalarse rótulo alguno en la fachada con este nombre, pero así fue.
El nombre no atraía -según los «dueños»- y se optó por abreviar éste y darle así mayor aproximación, significación y relevancia con otras marcas existentes en París y Venecia, de renombre internacional.»
Yo recuerdo este hotel de toda la vida, yo he ido a celebraciones a ese hotel e incluso he llegado a estar casi 4 meses de prácticas en el hotel, bajo la tutela de Eduardo, el maître del hotel, durante los meses de Octubre, Noviembre, Diciembre y Enero. Recuerdo a todos los empleados del hotel. Hasta su director, D. José Alacreu, un tipo muy agradable.
Hoy en día da mucha pena su estado, yo paso con el coche muchas veces por ahí, es lamentable, pero muy lamentable, cristales rotos, todo sucio, los tablones que bloqueaban la entrada al parking están por el suelo y se puede acceder al inmueble sin problemas.
Un amigo entró recientemente para ver su estado, me dijo que está todo roto y en muy mal estado, el sótano lleno de bolsas y cajas de comida por el suelo, las habitaciones completamente reventadas y expoliadas, no queda nada, todo robado, la recepción completamente desvalijada, los ordenadores por los suelos, la vajilla, parte rota y parte robada etc… en fin, lo mejor seria tapiarlo bien tapiado, hasta que vengan tiempos mejores… y quién sabe
Torrent Histórico 